Cuando uno repasa partidos de tenis que lo hicieron pensar en épicas batallas. Aguerridos enfrentamientos de largas horas de duración y enorme intensidad. Aquellos encuentros que quedaron en la memoria de los más fieles espectadores del deporte blanco, en más de una vez el protagonismo lo tuvo un austríaco de mediana estatura pero de gran físico y corazón, Thomas Muster.
A sus 42 años (cumplirá 43 el sábado), meditó lo suficiente para decidir volver a la alta competencia del tenis mundial. En el 2000 fue su última presentación, pero 10 años después quiere revivir esas luchas que tuvo sobre la tierra batida. Como él aseguró en junio: “En aquel momento dije que me iba de vacaciones. Bueno, ahora volví de ellas”. Nunca anunció su retiro.
Desde que volvió, participó en cinco torneos Challenge del circuito Atp, pero solo pudo avanzar de ronda en una oportunidad, en el de Ljubljana, Eslovenia.
También jugó los campeonatos de Braunschweig (Alemania), Kitzbuhel (Austria), Como (Italia), Rijeka (Croacia), pero aún no recupera la potencia y juego que destacó en él, la década pasada. Aunque su meta es clara: quiere volver a disputar los tornes de primer nivel.
Con una zurda mortal, el ex número uno del mundo siempre será recordado por dejar la vida en cada partido. Aunque cabe remarcar que no siempre lo hizo de la manera más correcta. En varias oportunidades su temperamento le jugó una mala pasada y lo hizo enfrentarse contra jueces y el público.
Estuvo en la cima de la ATP por un poco más de un mes en 1996 y un año antes obtuvo un Grand Slam. Cómodo sobre el polvo de ladrillo, derrotó en la final de Roland Garros al norteamericano Michael Chang en sets corridos.
Muster ostenta un record de 40 victorias consecutivas sobre tierra batida. Su hábitat natural. Una marca que solo superan el actual número uno del mundo, Rafael Nadal y Guillermo Vilas. Cada uno tuvo su dominio durante su época. Pero no se puede pronosticar cuándo llegará el que destrone al español.
La garra fue siempre una de sus principales características. Su velocidad fue clave, y el domino de su brazo izquierdo siempre fue una pesadilla para sus rivales. La perseverancia, tenacidad y ganas fueron los pilares para el desarrollo de su juego. La combinación de todo lo llevaron a ganar 44 títulos individuales, dentro de ellos 8 Masters Series y el Grand Slam antes mencionado.
Pero todo no siempre fue alegría y títulos para el austriaco. “El Rey de la Tierra” tuvo que superar una terrible lesión antes de poder conseguir todo lo que ganó. En 1989, mientras disputada el torneo de Key Biscayne, fue atropellado por un auto. El retiro pasó por su mente, pero su corazón pudo más.
Actualmente se encuentra en el puesto 988 del ranking. Suena curioso encontrarlo tan lejos de los primeros puestos. Sin embargo, es muy temprano para que alguien se apresure en dar un veredicto.
* Por Rodrigo Etchegaray (Perú)