Lo tiene de hijo, está 6-1 arriba en enfrentamientos personales. La última vez que habían jugado, fue por la final de Estocolmo en 2008.
Está instalado en el ambiente y el circuito, que cuando tiene ganas, David Nalbandian, gana lo que quiere y a quien sea. Él lo sabe, y esta vez se lo tomó más en serio que nunca. Venció con mucha autoridad a Robin Soderling, número 5 del mundo, por 4-6/6-4/6-1, logró su noveno triunfo consecutivo y decimo primero, si contamos sus victorias por Copa Davis. Accedió a los cuartos final de Toronto, en donde esta tarde, mientras se recupera físicamente, estará mirando por televisión el partido entre Andy Murray y Gael Monfils, ya que de dicho cruce, saldrá su próximo desafiante.
Ya superó su récord personal en cuanto a enfrentamientos consecutivos ganados y también las expectativas de absolutamente todo el planeta tenis, desde su regreso el 1 de agosto en Washington. El tema, es que a este cordobés que tanto admiramos, le volvió a picar el insecto de ganar...se nota? Un Nalbandian hambriento como este, es peligroso para las aspiraciones de todo rival que se le interponga.
Grande David!
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