Pasados los Masters de Toronto y Cincinnati, el calendario ATP ofrece a continuación, el único torneo previo a la cita máxima, próxima a comenzar el 30 de agosto, New Haven.
En general, los jugadores que vienen con mucho ritmo de competencia, no suelen participar de un torneo que integre la antesala de un Grand Slam. Mas bien, se dedican a entrenar y a esperar con tranquilidad uno de los desafíos más exigentes a nivel físico y mental que propone el circuito. Sin embargo, hay un generoso lote de tenistas que eligen jugar, ya que probablemente sientan que a pesar estar bien entrenados, es clave probarse en duelos para afinar detalles. Por eso, en este ATP en Connecticut, no habrá protagonismo por parte de ninguno de los primeros 19 mejores ubicados en el ranking. El número 20 del mundo es el chipriota Marcos Baghdatis, que entró en el cuadro como preclasificado número 1.
Un ejemplo acerca de lo que citaba más arriba, sobre aquellos que eligen jugar, es el caso de Fernando González, quien viene de un extenso parate. Es cierto que disputó primera ronda en Toronto, pero la realidad es que en los últimos dos meses y medio, jugó apenas tres partidos como consecuencia de una tendinitis rotuliana, que al parecer, está curada. Buscará llegar en el mejor estado posible a su debut en el Us Open mediante este torneo, que esperemos le venga bien a éste excelentísimo jugador al que se lo extraña en las canchas, a él y a su incontenible derecha.
Lo juegan también, Leo Mayer, que debutará frente a Peter Luczak, Juan Ignacio Chela que espera por Donald Young o Stephane Roberts, Eduardo Schwank que irá ante Taylor Dent y lamentablemente el cuadro sorteó el cruce de dos compatriotas, Horacio Zeballos y Máximo González. Además participa Tommy Robredo, Andreyv Golubev, James Blake y mi debilidad, Dustin Brown, de Jamaica.
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