Fueron dos horas y media de batalla, en las que a lo largo de la misma ninguno pudo imponer su juego. El control del partido se dividió en intervalos específicos, por eso hay que agregar que por momentos estuvo para cualquiera de los dos. Sin embargo, el colombiano, 48 del ranking ATP, contó con un alto nivel de agresividad, factor clave que lo ayudó a capitalizar los puntos definitorios. Giraldo aprovechó las únicas dos oportunidades de quiebre que su rival le brindó, ambas en el segundo set y salvó otras siete que tuvo en su contra. Cuando Melzer sacaba 4-5, Giraldo tomó la iniciativa, sabiendo que era ese el momento de igualar la pizarra en cuanto a sets, decisión satisfactoriamente acertada.
El tercer y definitivo parcial fue tan parejo como los números lo indican, hubo largos peloteos y se destacó la gran derecha plantada, más el servicio, como principales maneras de hacer daño por parte del nacido en Pereira. Rápidamente cayeron en tie break, en donde la ventaja de un mini quiebre bien atesorado por Santi, fue el resultante de la victoria final.
Algunos números que reflejan lo hecho por Giraldo en el partido; cuando jugó con su primer saque ganó 53 puntos de 78, mientras que con el segundo obtuvo 22 de 38. Además, realizó 5 aces y 2 doble faltas.
Tie break final.
Lo dicho entonces, mañana el 47 y 48 del mundo jugarán por un lugar en los cuartos de final del octavo Masters 1000 del año. Existe un antecedente entre estos dos tenistas. Fue en Roland Garros 2010, en donde se impuso el japonés, que en aquél partido levantó tras ir dos sets abajo. Mañana será otra historia.
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