lunes, 21 de marzo de 2011

Súper Novak Djokovic, camino al número 1

Su sexto Masters y segundo Indian Wells

La temporada 2011 lleva 80 días de vida tenística. Tiempo en el que planeta que nuclea a este deporte, se ha cobrado un protagonista de lujo. El embajador actual del circuito se llama Novak Djokovic, un joven viejo conocido que inició el año con el objetivo de terminar con las promesas y empezar con sus proezas. Ganó los tres torneos que jugó, Australia, Dubai e Indian Wells, totaliza 18 triunfos y apenas 5 sets perdidos. Es el nuevo número 2 del mundo, y ganará cuanto torneo se le interponga en busca de alcanzar su meta, ser el número 1 del planeta.

Conquistó por segunda vez el Abierto de Australia, venció a Murray en la final y en sets corridos

La realidad que atraviesa el serbio se entiende desde sus propias declaraciones una vez consultado tras obtener el Abierto de Australia. "Entendí que para alcanzar mis metas debía llevar a cabo algunos cambios en mi vida". Novak se refería a ser más profesional que nunca. El logro se alcanza cuando uno se establece en ese equilibrio de línea tan delgada y que tan difícil es encajar. Nole se dio cuenta de que podía seguir siendo el mismo hombre carismático y alegre, siempre y cuando se manejase dentro de un término medio. Por eso una vez acomodado, la mente el físico y la técnica se potencian al máximo y dan como resultado una confianza sana y desmedida, todos elementos que se desenvuelven y observan dentro de la cancha y tienen como consecuencia un nivel que rompe con utopías.

Dubai 2011, trofeo en manos luego de vencer a Federer.

A sus 23 años, transita por el mejor episodio de su corta carrera. Inició la temporada 2011 casi tres semanas más tarde que el grueso de los jugadores. No eligió jugar torneos previos al Abierto de Australia, ya que quería poner en práctica en aquella cita máxima, todo lo que había implementado como nuevos métodos para obtener los resultados deseados. Pisó suelo oceánico como candidato, ya que siempre lo es. Partido a partido, Nole demostraba lo ágil, rápido y fuerte que se encontraba. Su concentración marca Rafael Nadal fue un valor soberbio elogiado por propios y ajenos. Cada saque, cada derechazo, estaban cargados de hambre de títulos, de ganas de plantarse ante el mundo blanco y decirles soy Novak Djokovic, vengo a hacer historia.
Ganó el torneo habiendo perdido apenas un set. Los que saben de la materia decían que se había visto el mejor espectáculo del serbio. Lo que no sabían, es que apenas se trataba de la introducción de un capitulo por ahora sin final.
Semanas más tarde, India sería testigo de que lo ocurrido en Melbourne no había sido casualidad. Djokovic, que había ganado el torneo en 2009 y 2010, llegó a Dubai con el segundo Grand Slam de su carrera en el lomo, y la misión de reeivindicar su notable momento.
Sacó nuevamente a relucir su mejor juego. Derrotó por segunda vez consecutiva a Roger Federer, esta vez en la final, ya que lo había vencido en las semis de Australia, y fue jeque indio por tercera vez.
El episodio 3 del serbio fue grabado en California, más precisamente en Indian Wells, sede del primer Masters 1000 de los 9 que ofrece la temporada. Llegó ahora si como el gran candidato, los ojos del tenis estaban puestos sobre él. Era la celebridad del torneo, todos y todas querían hablar con él, saber de sus movimientos. Entrenamientos colmados y pancartas serbias, conformaban el color que Djokovic le había traído a Estados Unidos, entre otras cosas.
¿Presión? No...En absoluto. Jugó al fútbol con Murray, Troicki, su cuerpo técnico, asitió a eventos organizados por los patrocinadores, siempre contento, chistoso, a lo Novak Djokovic. Por eso sostenemos que el 2 del mundo cambió, dentro de la cancha y apenas una mínima parte fuera de ella, para alcanzar el equilibrio deseado. Fulminó a cuanto rival se le interpuso, llegó a semifinales habiendo perdido 11 games. En dicha instancia volvió a ganarle a Federer y luego en la final, venció a Nadal por primera vez en una cita máxima.

Novak, "The Djoker", "Nole", 2 del mundo, mayor de 2 hermanos, Djorde y Marko, hijo de Dijanna y Srdjan. 
Su "segundo padre" como tantas veces nombró: Su entrenador, Marian Vajda.
Su novia, Jelena Ristic, que lo aocmpaña siempre...ALGO de su intimidad.

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