Luego de observarlo caer de manera tan apabullante frente a Rafa Nadal en las semifinales del Masters de Miami (6-3 y 6-2), Roger Federer resurgió en el polvo de ladrillo de Montecarlo.
Retornó a la pista con todo su repertorio y dejó de manifiesto mediante una brillante actuación ante el infortunado Kohlschreiber, que lo ocurrido semanas atrás fue una desgracia y en USA quedó.
Fueron 50' por los que Roger estuvo peleando desde que inició el año. Es que a diferencia de sus anteriores primeras rondas, en esta le tocó Philipp Kohlschreiber un jugador peligroso que oscila siempre entre los primeros 25 o 30 del mundo y que toque en la instancia que sea, es continuamente una amenaza (eliminó a Del Potro en Miami).
Señaló 5 aces, ganó 29 de 33 puntos con su primer servicio, ofreció apenas una posibilidad de quiebre y rompió el servicio del alemán, en cuatro oportunidades.
Algunos de los números que reflejan la excepcional proeza exhibida por parte de un Federer que pese a que no disfruta plenamente del clay, sabe de lo necesario que será obtener resultados positivos en dicha superficie, en función de recuperar el liderato del ranking mundial.
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